Esteban Avendaño, ingeniero en computación, tiene una pequeña empresa de recuperación de datos especializadas en discos duros, unidades externas y otros soportes. Su oficina está ubicada en Santiago Centro, comuna que desde marzo está en cuarentena. A partir abril trabaja solo desde su casa y llegó a un acuerdo con el arrendador para que cobre 50% del valor de la oficina, porque si no deberá dejarla.
"El comprendió y aceptó, además estaba superconsciente de que arrendar en esa fecha incluso hoy, resultaba muy difícil", agrega.
La situación del ingeniero computacional y del propietario de la oficina muestra la realidad que está viviendo el mercado inmobiliario chileno desde que se declaró la fase 4 de la pandemia.
Un estudio realizado por la startup de arriendo chilena Houm, que analizó la cantidad de alquileres concretados durante marzo de 2020 en la región metropolitana y los comparó con el mes anterior, comprobó que hubo un descenso del 75%, pese a que el número de propiedades que se ofertaban para arrendar se había mantenido al mismo nivel.
De acuerdo con las mediciones registradas por Houm, marzo de 2020 se inició como un mes normal, con un promedio diario de cerca de 100 interesados en alquilar propiedades, pero a partir del 16 de marzo, con la declaración de la fase 4 del coronavirus, "todos los números se derrumbaron", según informaba la plataforma tecnológica de arriendos.
Ante el rumor de la cuarentena, en Houm observaron una baja sustancial del interés en arrendar, llegando a solo 20 personas que solicitaban visitar una casa o apartamento por día, muy distante a los 100 promedio de inicio de mes, curva descendente que se profundizo al decretarse la cuarentena el 27 de marzo.
Arrendadores y arrendatarios
Consultada Houm por Sputnik, la startup compartió una radiografía más actualizada sobre los efectos de la pandemia y detalló que respecto a los interesados en poner en arriendo una propiedad, si se compara la cantidad de propiedades publicadas en las últimas cuatro semanas con el período previo a la pandemia (tercera semana de marzo), ha disminuido solo en un 30%.
Respecto al número de interesados en alquilar propiedades, si se comparan estas últimas cuatro semanas con las cuatro antes de la pandemia, se puede observar una baja del 44% de gente buscando propiedades, mientras que la reserva efectiva de clientes ha caído drásticamente en un 78%.
Esto quiere decir, según la startup, que sigue habiendo mucha gente interesada en arrendar, "por lo que busca propiedades y ve sus fotos y descripciones".
Muchos de estas personas han contactado a Houm interesados por ciertas propiedades y que quisieran visitarlas cuando acabe la cuarentena, porque muchos están a la espera de que se regularice la situación cuando se levanten las medidas de aislamiento, ya que la vivienda es una necesidad básica.
A estas cifras hay que sumar la incertidumbre de los actuales arrendatarios por sus capacidades para cumplir con los contratos de alquiler, debido al aumento del desempleo y la prolongación de las medidas sanitarias, que han obligado en muchos casos a dejar de arrendar o renegociar el precio de los arriendos como lo hizo el ingeniero Avendaño, cifras que no están pormenorizadas, pero que se repiten cada vez con más frecuencia.
Herrera es ejemplo de muchos propietarios que han tenido que bajar el precio de los alquileres por la dificultad de encontrar nuevos arrendatarios, o por la realidad económica de quienes en la actualidad alquilan. Según el estudio de Houm, si se mantienen las medidas que procuran el distanciamiento social, los valores de los arriendos podrían comenzar a bajar paulatinamente en el orden de un 8% a 10% por trimestre.
Un dato no menor, en el contexto de la pandemia y de la baja de arriendos, es que los portales inmobiliarios se han adaptado a las exigencias sanitarias. En el caso de Houm, la plataforma tecnológica supo reinventarse dando la posibilidad a los interesados en alquilar de visitar las propiedades de manera online.
"Esto quiere decir que la persona desde su casa tiene una videollamada vía streaming con uno de sus Houmers que le mostrará un tour personalizado de la propiedad. En ella podrá resolver todas las dudas que surjan y ver hasta el último rincón del inmueble".
La venta de propiedades
En estos momentos de incertidumbre, comprar una propiedad es algo más riesgoso si es que no se sabe lo que depara el futuro. Mucha gente se ha visto afectada a nivel laboral, lo que se traduce en que estas personas han debido reajustar sus presupuestos, afectando sus decisiones de compra una propiedad, o acomodándolas a su situación actual.
La crisis sanitaria también se ha reflejado en las decisiones de inversión de las empresas del sector inmobiliario, gremio que ha proyectado una caída en las ventas cercana un 35%.
En el último reporte de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), se indica que los datos del primer trimestre de este año, la venta de viviendas registró una caída de casi 47%, como resultado del descenso de 55,7% en la comercialización de departamentos y de 13,8% en la de casas en Región Metropolitana.
Asimismo, y según la plataforma tecnológica dedicada industria inmobiliaria y construcción PlanOk, las cotizaciones presenciales cayeron en marzo 54% respecto del mismo mes de 2019, lo que contrasta con las cotizaciones online que aumentaron un 24% en las mismas fechas.
Otro dato relevante es que, junto con la fuerte caída en la comercialización, también se produjo una disminución en la velocidad de venta de las viviendas.
Esto lo sabe bien Mónica Inostroza, joven profesional que ha estado ahorrando dinero desde que comenzó a trabajar, hace ya cinco años y había cotizado departamentos en Ñuñoa, comuna de la zona oriente de Santiago.
"Mi idea es tener un departamento de dos ambientes, pensando en tener una propiedad y no seguir derrochando el dinero en arriendo. Había visto cuatro pero ahora no quiero endeudarme y menos usar los ahorros, porque de verdad no sé qué puede pasar, sigo trabajando desde mi casa, pero ya han despedido a varios de mis colegas", cuenta a Sputnik la diseñadora gráfica.
El informe de la CChC también reveló que la baja en la demanda y oferta de las propiedades no repercutió en el precio de las viviendas, pero el análisis del gremio de la construcción plantea que "lo anterior podría tener una incidencia en el comportamiento futuro de los precios".
"En particular, prevemos un segundo trimestre muy deteriorado, con abril y mayo registrando ventas muy bajas —producto principalmente de que gran parte del mercado ha estado y puede seguir estando paralizado por las cuarentenas— y una segunda mitad del año un poco mejor".
Las cifras proyectadas por Hurtado están dando cuenta de los 757 proyectos habitacionales que a nivel nacional continúan paralizados
(747 en la Región Metropolitana y 10 en regiones), producto de medidas de confinamiento implementadas por la autoridad sanitaria, que suman un total de 100.477 viviendas y dan trabajo directo a poco más de 330.000 personas. Una paralización que implica un costo total de 46,35 millones de dólares a la semana, considerando tanto Santiago como regiones.