Uno de los fundadores de la organización, Viacheslav Alexéyev, informó que las focas grises, protegidas en Rusia, fueron recibidas por los defensores de animales en un muy mal estado.
"Las hemos liberados con un peso aproximado de unos 40 kilogramos, de los 14-15 kilogramos [que tenían] cuando los recibimos. No tenían grasa acumulada y simplemente se hubiesen congelado en el agua", compartió con entusiasmo Alexéyev.
El activista agregó que monitorean a los agradecidos animales con marcas especiales y que incluso los pacientes más difíciles de su centro sobreviven luego de ser puestos en libertad. Actualmente, más de una docena de animales están a cargo de la Fundación.