En el vídeo, tomado durante una manifestación pacífica contra la violencia policial, se puede observar cómo la niña llora desesperadamente, mientras que algunos de los manifestantes intentan consolarla y le echan leche sobre la cara.
El departamento de Policía de Seattle inició una investigación para determinar las causas de lo ocurrido.
"El uso de la fuerza, incluido el spray de pimienta, durante las protestas, será sometido a un alto nivel de escrutinio y revisión por parte de la cadena de mando", declaró la entidad en un comunicado.
El polémico vídeo se hizo viral en las redes. La mayoría de los usuarios coincidió en que fue responsabilidad de los padres de la pequeña, quienes la llevaron a una manifestación.