Se trata de un informe difundido en la revista Lancet el pasado 22 de mayo sobre la efectividad de hidroxicloroquina y la cloroquina en tratamientos contra el coronavirus SARS-CoV-2. Debido a que se llegó a la conclusión de que esos fármacos estaban vinculados con un mayor riesgo de muerte y problemas cardíacos en personas hospitalizadas con COVID-19, la Organización Mundial de la Salud suspendió sus pruebas y las autoridades de varios países han prohibido su uso.
"No sólo no hay ningún beneficio, sino que vimos un indicio muy constante de perjuicio'', afirmó el líder del estudio, el doctor Mandeep Mehra, del Hospital Brigham and Women's en Boston, en una cita a The Associated Press.
Los medicamentos han suscitado controversia porque el presidente Donald Trump ha promovido reiteradamente su uso. Él mismo tomó hidroxicloroquina en un intento por impedir la infección después de que algunos miembros del personal de la Casa Blanca dieran positivo al coronavirus. Es sabido que los medicamentos tienen posibles efectos colaterales, en especial problemas de arritmia.