Activistas surcoreanos y desertores del Norte envían miles de globos con propaganda a través de la frontera.
Kim Yo-jong, hermana del líder nocoreano y vicedirectora primera de un departamento del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, advirtió que las autoridades surcoreanas "tendrán que pagar caro si dejan que esta situación continúe mientras ponen excusas".
El Ministerio de Unificación surcoreano ya reaccionó a esa advertencia.
El portavoz del organismo, Yoh Sang-key, señaló que el envío de panfletos representa una amenaza para los residentes en las zonas fronterizas, dijo que el Ministerio "ha recomendado en más de una ocasión a los activistas que dejen de hacerlo" y agregó que se están considerando varias medidas, incluida una mejora de normativas para prevenir "prevenir fundamentalmente tales actos que causan tensión cerca de la frontera".
"En realidad, la mayoría de los folletos han acabado en nuestro territorio, causando contaminación ambiental y aumentando la carga sobre la población local, obligada a deshacerse de ellos ... Cualquier acción que pueda representar una amenaza para la seguridad y la propiedad de esas personas debe parar", resaltó.
En septiembre de 2018, tras una cumbre intercoreana en Pyongyang, los jefes militares de ambas naciones firmaron un acuerdo para continuar la política de distensión proclamada por los líderes en la Declaración de Panmunjom, en abril del mismo año.
En la Declaración de Panmunjom, las dos partes reafirmaron el objetivo de lograr la desnuclearización completa de la península de Corea, poner fin a las acciones hostiles, reanudar las reuniones de las familias separadas por la guerra de 1950-53 y mejorar las relaciones bilaterales, incluyendo la apertura de una oficina de enlace conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong.