"Vemos que quien puede llevar el virus para allá dentro son los garimpeiros [buscadores ilegales de oro y piedras preciosas], porque salen de la ciudad y acaban teniendo contacto con los indígenas; ellos atraen a los indígenas con comida y bebida, si ese virus se expande dentro de la tierra indígena esta pandemia causará un genocidio allí dentro", lamentó en un comunicado el procurador Edson Damas.
La tierra Yanomami es la mayor de Brasil: son más de 9,6 millones de hectáreas entre los estados de Roraima y Amazonas (norte) donde viven alrededor de 26.780 indígenas.
Desde hace tiempo, la población nativa se enfrenta a las invasiones recurrentes de los garimpeiros (se calcula que hay más de 20.000), algo que ahora es especialmente grave porque también pueden difundir la enfermedad.
El procurador resaltó que este podría ser el tercer gran genocidio sufrido por los Yanomami en su historia reciente.
En 1968 hubo un brote de sarampión y se estima que el 80% de su población fue diezmada, mientras que en la década de 1980, la apertura de la carretera Perimetral Norte y el consecuente contacto con los no-indígenas ocasionó miles de muertes por sarampión, varicela, fiebre amarilla y otras enfermedades.
Según la Fiscalía, que aporta datos de la Secretaría de Salud Indígena estatal, el número de contagios por COVID-19 en los Yanomami se duplicó en las últimas semanas, pasando de 19 a 50, con dos muertes confirmadas.
La Fiscalía concluye su aviso pidiendo a las autoridades que elaboren un plan de emergencia que garantice la expulsión y el no retorno de todos los garimpeiros así como la presencia estatal de forma permanente durante todo el periodo de la pandemia del COVID-19.