Con los actos reivindicativos tocando a la puerta de la Casa Blanca, Washington vive una situación inusual. Las calles están llenas de agentes de Policía y soldados de la Guardia Nacional. Las protestas por los derechos de la población afroamericana de EEUU no cesan.

La noche pasada un grupo de protestantes formado por cientos de personas marchó desde el edificio del Congreso de Washington hasta llegar a una calle próxima a la Casa Blanca, según informa un corresponsal de Rossiya segodnya. Los manifestantes se unieron a unas 200 personas que ya se encontraban allí a pesar del toque de queda impuesto por las autoridades locales.
En la foto: unos manifestantes protestan contra la violencia policial en Washington.
En la foto: unos manifestantes protestan contra la violencia policial en Washington.

Los protestantes repetían la consigna "¡Manos arriba, no disparen!", instando a Donald Trump a dimitir y pidiendo justicia en el caso de George Floyd. Personas vestidas de uniforme y aparentemente armadas vigilaban la marcha desde el tejado de la Casa Blanca.

Una vez alcanzada la Casa Blanca, la multitud se dispersó. Quedaron unas 100 personas y algunos periodistas.

La plaza Lafayette, situada ante la Casa Blanca, sigue custodiada por la Guardia Nacional y la Policía. No obstante, estos no toman medidas contra los protestantes.

Un agente de Policía y protestantes en una calle de Washington.

Las inmediaciones de la residencia del presidente han sido fuertemente protegidas.
En la foto: personal militar en una calle de Washington mientras continúan las protestas.
En la foto: personal militar en una calle de Washington mientras continúan las protestas.

Una mujer apoya a los protestantes en Washington.

Los disturbios comenzaron a raíz de la muerte del afroamericano de 46 años George Floyd en Minneapolis durante su detención.

Cientos de protestantes se congregaron cerca de la Casa Blanca.

Los manifestantes trataron de quemar una iglesia y se enfrentaron a la Policía. También quemaron contenedores de basura y rompieron vitrinas.

Ante este panorama, Trump prometió el 8 de junio que se pondría fin a las protestas y que "EEUU será aún más grande".
En la foto: vehículos policiales junto al edificio Trump International Hotel, en Washington, durante una protesta.
En la foto: vehículos policiales junto al edificio Trump International Hotel, en Washington, durante una protesta.

Protestantes y Policía militar en Washington.
