El periódico colombiano El Tiempo ejemplifica la situación con el caso de Miguel Ángel Yepes, de 68 años, que tenía COVID-19 y murió en la madrugada del 31 de mayo en el barrio Zaragocilla. Lo recogieron a las 20:00 del 1 de junio.
"El cuerpo estuvo varias horas más dentro del apartamento sin que ninguna autoridad de la ciudad ni la EPS intervinieran para que fuera retirado", relata El Tiempo.
En el barrio San José de los Campanos se dio una situación similar. El cadáver de una mujer adulta mayor también pasó más de 24 horas en el hogar antes de ser retirado.
"La funeraria Los Olivos y la EPS se tiraron la pelotica [pelota]: que la cremaban, que no, y el cuerpo duró más de 24 horas dentro de la casa, en una bolsa, y nadie asumió la responsabilidad", dijo a El Tiempo el abogado Pedro Manuel Torres.
El periódico colombiano señala que la situación cada vez es peor y que la Personería Distrital ha denunciado que varias clínicas están cremando los cadáveres sin autorización de familiares.
Hasta el 3 de junio en Cartagena han muerto unas 150 personas y hay alrededor de 34.000 casos confirmados de COVID-19. En Colombia hay casi 32.000 personas infectadas.