El país ibérico forma parte de un proyecto europeo para el diseño y fabricación de una corbeta europea. Bajo el nombre de European Patrol Corvette (EPC), Italia, Francia, Grecia y España tienen previsto fabricar un moderno buque de combate y escolta de capacidad reducida con un desplazamiento de 3.000 toneladas, una eslora de hasta 110 metros y un calado de cinco.
"El proyecto inicial tiene un carácter flexible y abarca desde un patrullero oceánico tipo OPV [Oceanic Patrol Vessel] de unas 3.000 toneladas y 100 metros de eslora, hasta un buque de las mismas dimensiones, pero sobre el que se refuerzan ciertas capacidades que potencian su defensa ante amenazas de diferente naturaleza", explican a Sputnik en la Oficina de Comunicación Social de la Armada española.
El origen de las EPC
El proyecto EPC surge de la colaboración europea en el marco de los programas PESCO (Cooperación Estructurada Permanente) en materia de defensa, que recaban fondos del presupuesto de la UE. España se integró en PESCO en 2017.
"Es un proyecto enmarcado dentro de la Política de Seguridad y Defensa de la UE y del nuevo impulso que se está dando a PESCO", señalan en la Armada. "Ahora mismo se encuentra en su fase inicial, a finales del mes de mayo comenzaron las reuniones para armonizar los requisitos entre los países participantes".
Italia es el país que lidera el EPC. Sus astilleros Fincantieri han formado con los franceses Naval Group la empresa mixta Naviris, encargada de ejecutar el proyecto de corbeta europea. Y a los trabajos de Naviris en el proyecto EPC cabe añadir a los astilleros de Grecia y más recientemente a la española Navantia, que también contempla proceder a la exportación conjunta del buque.
Navantia ya tiene sus propias corbetas
No obstante, la empresa española Navantia, de reconocido prestigio en el ámbito internacional, en los últimos tiempos ya ha diseñado y producido sus propias corbetas. Varias unidades se vendieron recientemente a Arabia Saudí.
España se unirá a Grecia, Francia e Italia en el programa European Patrol Corvette. Se trata de una nueva corbeta de 3.000 toneladas para misiones de patrulla y vigilancia, así como asumir roles d segundo nivel en misiones antisubmarinas y antisuperficies. https://t.co/wSV7IFjT5X pic.twitter.com/5XrqabePnS
— ARMAGEDON (@ARMAGEDON_70) May 16, 2020
"En realidad no hacía falta establecer una alianza entre varios países para poder desarrollar una nueva corbeta, ni siquiera por el tema de las transferencias tecnológicas, porque Navantia ya las tenía desde el proyecto AFCon en 2000, que finalmente no se autorizó", declara a Sputnik Juan Antonio Aguilar, comandante en la reserva activa del Ejército de Tierra y director de la publicación especializada de estudios estratégicos Elespiadigital.com, quien afirma que Navantia ya adquirió mucha experiencia durante la construcción de los buques de acción marítima (BAM) que dio lugar a la venta de barcos a Venezuela y Noruega. "A partir de ahí se pudo ofrecer a Arabia Saudí unas corbetas que, ojo, son muy modernas y están muy bien armadas", detalla. "Y se han vendido a un precio importante: cinco unidades por 1.900 millones de euros".
El EPC como modo de abrirse paso en el mercado
En tanto que germen de un posible gran grupo europeo, Naviris podría tener más fácil encontrar mercados para su producto, unos mercados que se distinguen por una competencia muy dura.
"Es más, superar las corbetas de Navantia que se están construyendo para Arabia Saudí es muy difícil, tendrían que meter mucha inversión y tecnología de vanguardia para hacerlo", opina este experto, que tampoco descarta que las EPC queden finalmente sin autorizar, como pasó con los buques de la clase AFCon.
La coyuntura geopolítica internacional y la propia situación dada en la propia Unión Europea podrían dar al traste con el proyecto, que depende de muchas variables.
Un relevo necesario
La nueva corbeta europea está llamada a ser el relevo natural de otros buques similares. La Marina francesa (Marine Nationale) tiene previsto reemplazar seis buques de la clase Floreal, y la italiana (Marina Militare) hasta ocho: cuatro de la clase Casiopea y otros cuatro de la clase Comandante. Grecia desea también un sustituto para sus patrulleros de la clase Combatiente.
Tras 36 años de servicio a 🇪🇸 y a la Armada hoy, ha causado baja en la Lista Oficial de Buques de la Armada el patrullero #Cazadora
— Armada Española (@Armada_esp) April 26, 2018
Fue concebido inicialmente como corbeta siendo la quinta de la clase #Descubierta pic.twitter.com/vj4Ibln0p1
España hará lo propio con las seis corbetas de la clase Descubierta (la mayoría ya desguazadas) y con cuatro patrulleros de altura de la clase Serviola, en servicio en la Armada española desde principios de los años noventa. Tal fue el motivo por el que el país solicitó en marzo su entrada en el programa, aprobándose su admisión muy poco después, el 2 de abril.
"La Armada pretende sustituir a sus patrulleros de altura con estos nuevos patrulleros oceánicos", señalan en la Oficina de Comunicación Social de la Armada española, especificando así la configuración que se desea para sus buques del proyecto EPC.
La construcción en España
Las EPC españolas se construirán en los astilleros de Navantia, posiblemente los de la ciudad de Rota. Uno de los objetivos es mantener la capacidad estratégica como constructores navales e integradores de sistemas de armas.