Según el experto argentino Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales y autor de numerosos libros y trabajos sobre geopolítica, la actual política exterior rusa se originó de la comprensión de que la supuesta 'amistad' con EEUU, al finalizar la Guerra Fría, no tenía ninguna "reciprocidad", sino todo lo contrario.
Para el analista, el fin de la Guerra Fría no implicó que Occidente dejara de considerar a Rusia "como un actor que volvería más tarde o más temprano al revisionismo geopolítico".
"El hecho principal y más contundente que respalda esta hipótesis es la ampliación de la OTAN a fines de la década de los noventa, y luego las nuevas olas de su expansión" enfatizó, al apuntar que hasta en los tiempos de la pandemia el bloque militar adquirió un nuevo miembro, que es Macedonia del Norte, dando "un nuevo paso para aislar a un socio estratégico de Rusia en los Balcanes, Serbia".
De acuerdo a Alberto Hutschenreuter, los movimientos militares occidentales en torno a Rusia —una nación que "está llamada a cumplir un rol protagónico" y está recuperando su papel de ser un actor sin el que no se puede resolver "ningún problema en el mundo"— están creando una situación explosiva. Entre los "escenarios de posibles querellas militares", mencionó el Báltico, el Este de Ucrania, el mar Negro y "un posible choque entre actores en Siria".
Marcelo Calderón, agregado de Defensa en la Embajada de Argentina en Moscú, testimonió durante la conferencia que el presupuesto militar ruso —el cuarto más grande del mundo— se gasta de forma muy eficiente, desarrollándose una reforma militar "que es digna de estudiar".
"En síntesis, en cuanto a las Fuerzas Armadas rusas se ha logrado establecer una distribución geográfica atendiendo a cinco direcciones estratégicas: norte, sur, este, oeste y centro; se ha logrado una reducción importante de tropas; se ha logrado una renovación importantísima en cuanto a su doctrina militar; y se ha logrado, por sobre todas las cosas, año tras año, la renovación de su material, sus equipos y su armamento", comunicó.
Por su parte, Alberto Hutschenreuter subrayó que Rusia, en su camino a resurgir como superpotencia, necesita ocuparse de una serie de deficiencias nacionales que todavía se mantienen, indicando entre las "asignaturas pendientes" la cuestión demográfica y una importante modernización económica.