"China y México somos buenos amigos y socios. En los días más difíciles para China el gobierno y la sociedad de México nos brindaron su valioso apoyo y solidaridad, lo que jamás olvidaremos. Tanto el Gobierno como el pueblo de China recordaremos ese apoyo y hoy en día México enfrenta amenazas provocadas por el virus. China lo comprende mucho y por eso hacemos todo lo posible por apoyarlo", destacó Zhu.
Recientemente esa cooperación se amplió mediante la venta de insumos médicos para atender la pandemia de COVID-19 en México. Expertos consultados por Sputnik señalaron que esto puede ser una primera etapa del esfuerzo por fortalecer la colaboración entre los dos países.
Por su parte, Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM (CECHIMEX), recordó que China ha realizado grandes esfuerzos a nivel internacional para apoyar a países como México.
"El único país que hizo el esfuerzo de responder a ese llamado fue China. Ojalá que pudiera continuar con esta cooperación, solidaridad que, en muchos casos, son simplemente compras. No es de que nos estén regalando nada, sino que nadie más vende en el mundo respiradores, ventiladores o máscaras", comentó.
Dussel Peters mencionó que la agenda de inversiones de China puede ampliarse a partir de que la empresa paraestatal China Communications Construction Company (CCCC) ganara en abril la licitación para la construcción del primer tramo del Tren Maya. En su opinión, el éxito de ese proyecto puede dictar si la cooperación entre Pekín y México podrá sostenerse en el mediano plazo.
"Ese proyecto [del Tren Maya] tiene que salir al 120%, porque México, por el momento, ha realizado tres proyectos de infraestructura y los tres han fracasado. Ni China ni México nos podemos dar el lujo de otro fracaso", resaltó.
En el mismo sentido, Alicia Girón, coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM, indicó que México tiene una gran oportunidad de atraer inversiones de China en el rubro de infraestructura, e igualmente en la industria energética, ya que el T-MEC incluye un aumento en el porcentaje de insumos producidos en México para las exportaciones hacia Estados Unidos.
Por su parte, César Salazar, investigador del Centro de Investigaciones Económicas de la UNAM, aclaró que la intención de China por acrecentar su cooperación con México puede tener un propósito meramente utilitario.
"En términos de la estrategia de crecimiento chino, que es la de ser el país manufacturero del mundo y un importante engranaje en las cadenas internacionales de valor, también quiere que los mercados a los que tradicionalmente les vende sigan consumiendo. Un letargo en la economía para China también va en perjuicio de sus objetivos de desarrollo y crecimiento", explicó.
Xuedong Liu Sun indicó que ambos países tienen como prioridad la recuperación de sus cadenas de valor. No obstante, gran parte de los insumos que alimentan ese proceso provienen de China, quien podría valerse de ese escenario para aprovechar las nuevas condiciones a partir de la instrumentación del T-MEC.
En todo caso, los expertos coincidieron en que estos procesos difícilmente podrán llevar a modificar la balanza comercial entre China y México. Aunque el país asiático es el segundo socio comercial de los mexicanos, con intercambios que alcanzaron los 100.000 millones de dólares en 2019, el país latinoamericano importó entre 8 y 12 veces más productos de los que envió al mercado chino.
"México no tiene una política industrial fuerte como para poder cambiar su estructura de exportaciones. Creo que vamos a seguir igual", opinó Alicia Girón.
A su vez, César Salazar recordó que la mayoría de las exportaciones de México se concentran en la producción de manufacturas (fue el séptimo exportador a nivel mundial de esa categoría en 2018). Sin embargo, esa condición es una de las principales fortalezas de China, por lo cual consideró complicado que el país pueda exportar a China masivamente en el futuro cercano.