"Hasta el 30 de junio continuamos con cuarentena dinámica y condicionada según los niveles de riesgo en cada departamento y municipio. Cada gobierno departamental y municipal deberá elaborar, ejecutar y actualizar planes de contingencia", dijo la portavoz gubernamental en conferencia de prensa.
Señaló que, independientemente del grado de rigidez del confinamiento en las regiones, se mantendrán vigentes con carácter nacional el cierre de fronteras aéreas, terrestres y fluviales, excepto para la repatriación de connacionales y el transporte de carga internacional, así como la suspensión de clases presenciales en todos los niveles.
La prolongación de la cuarentena fue decidida por la presidenta Jeanine Áñez y su gabinete ministerial cuando los casos de COVID-19 se aproximaban a los 8.000 y las muertes provocadas por la pandemia sumaban 280.
El Ministerio de Salud ha pronosticado que el punto alto de contagios de COVID-19 sería alcanzado a fines de junio.
Fernández explicó que el Gobierno ha definido a junio como "una nueva fase de la lucha contra la pandemia [con] tareas de mitigación para la ejecución de planes de contingencia", luego de un confinamiento general iniciado a mediados de marzo que en las dos últimas semanas fue suavizado oficialmente en varias regiones o roto masivamente por los ciudadanos en otras.
"Cada uno de los bolivianos tiene que asumir la responsabilidad de cuidarse, debiendo observar en todo espacio público las normas de distanciamiento social, con un metro y medio de distancia entre personas y el uso obligatorio de barbijo", remarcó la ministra portavoz.
Según medios locales, las autoridades de Santa Cruz (este) y Beni (noreste) han anticipado que dispondrán que esos departamentos tropicales, donde se concentra casi el 90% de los contagios de todo el país, continúen en cuarentena total al menos una semana más.