Se trata de un proyecto iniciado por James Dyson, quien había decidido desarrollar algo diferente a sus conocidas aspiradoras. Con una millonaria inversión y más de 600 personas trabajando en el proyecto, en 2019 el propio Dyson logró conducir el prototipo que estaba casi terminado.
Pictures of the “Dyson” car none of us will drive - from the Times today - 7 seats, 2.6 tonnes, range of 600 miles. He had to abandon the project as he would have had to sell each car for £150,000 - more than the major car manufacturers, who subsidise their electric vehicles. pic.twitter.com/ZHHff21Kr6
— David Savage (@DavidSavage_Law) May 17, 2020
En una entrevista con The Sunday Times, Dyson reveló que el coche eléctrico era prometedor y contaba con unas características capaces de competir con otros fabricantes de automóviles eléctricos:
- Una autonomía de más de casi 1.000 kilómetros gracias a sus baterías sólidas.
- Un SUV de 2.6 toneladas de peso.
- Capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 4.8 segundos.
- Una velocidad de más de 200 kilómetros por hora.
Cuando Dyson estaba seguro de que su negocio podría convertirse en el Tesla británico el proyecto fue cancelado porque no encontraron la manera de que este fuera rentable. Los economistas de la compañía concluyeron que el músculo económico con el que contaba Dyson no era suficiente para fabricar este tipo de automóviles y esperar a que se vendieran miles para convertirse en un negocio próspero.
Sin embargo, la inversión millonaria y los dos años de trabajo en el proyecto no se perderán por completo, pues Dyson se ha propuesto desarrollar baterías sólidas e inteligencia artificial para coches eléctricos.