Más temprano, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que su país dudaba de que Hong Kong tuviera suficiente autonomía respecto a Pekín, algo que podría hacer cambiar la política de la Casa Blanca hacia esta región china.
"El representante oficial del Ministerio de Exteriores de China en Hong Kong condena y expresa su firme protesta por las acusaciones de presión infundada hechas por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y otros funcionarios contra el Gobierno central y la administración de la zona administrativa especial", indicó la institución en un comunicado.
El organismo remarcó que el Gobierno central y la administración de Hong Kong hacen lo posible para acabar con la pandemia de coronavirus y restablecer la economía, al tiempo que "los funcionarios estadounidenses se permiten declaraciones irresponsables" y "tratan sin éxito de justificar los actos ilegales de los participantes de las protestas antichinas".
La entidad catalogó las declaraciones de Pompeo y otros funcionarios estadounidenses como "una injerencia directa en los asuntos de Hong Kong y en los asuntos internos de China, así como una grave violación de las normas internacionales".
Conforme a una ley de 1992, Estados Unidos mantiene un clima de comercio más favorable con Hong Kong, pero solo si Washington considera que esta región china tiene un alto nivel de autonomía respecto a Pekín.
Estados Unidos sostiene que cualquier decisión de China que afecte la autonomía de Hong Kong "influirá inevitablemente" en su valoración del principio 'un país, dos sistemas' y el estatus de este territorio. Pekín rechaza las críticas de Washington.