Las cifras de abril pasado, según la Unama, muestran una tendencia al incremento de víctimas civiles debido a las operaciones de los talibanes y las fuerzas de seguridad nacional afganas (ANSF).
Según los datos preliminares, los ataques talibanes causaron al menos 208 víctimas civiles en abril pasado, un aumento del 25% en comparación con el mismo mes de 2019.
A las operaciones de las ANSF son atribuibles 172 víctimas civiles en el mes pasado, un aumento del 38% en relación con abril de 2019 y de un 37% más en comparación con marzo.
"Pido que se detengan los combates y que las partes respeten el derecho humanitario que existe para proteger a los civiles", dijo Deborah Lyons, representante especial del secretario general de la ONU para Afganistán y titular de la Unama.
Lyons agregó que "las negociaciones de paz interafganas deben comenzar lo antes posible".
La Unama recuerda que el ataque del 12 de mayo a la sala de maternidad de un hospital de Kabul provocó la muerte de al menos 24 civiles, en su gran mayoría pacientes femeninas, lo que dejó a muchos recién nacidos sin madre.
Dos días más tarde, otro ataque suicida con coche bomba lanzado por los talibanes causó heridas a 33 civiles en el centro de Gardez.
Un ataque aéreo de las ANSF en Balkh, el 11 de mayo, mató a nueve civiles e hirió a otros 13, forzados por los talibanes a destruir una carretera y bloquear así a las tropas gubernamentales.
Según la Unama, "tales ataques ponen de relieve la necesidad de que todas las partes en conflicto respeten el derecho internacional humanitario, incluidos los principios de precaución, distinción y proporcionalidad".