"El área metropolitana de Barcelona, la Comunidad de Madrid y buena parte de Castilla y León se mantendrán en fase cero" anunció en rueda de prensa el director del Centro de Coordinación y Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón.
Tanto Madrid como Barcelona son "núcleos de comunicación" del país con "transportes públicos masivos", explicó Simón, y todavía reportan la mayoría de nuevos contagios diarios de COVID-19.
Esta primera fase permite, entre otros, menos restricciones en los negocios, y posibilita por ejemplo la apertura de terrazas de bares y restaurantes y las reuniones de hasta 10 personas dentro de una misma provincia.
"No cabe duda de que la evolución de la epidemia y todo el esfuerzo que están haciendo implicará que en un breve plazo estén en el mismo lugar que el resto de comunidades autónomas", dijo Simón sobre las regiones que permanecerán confinadas de momento.
El Gobierno consideró esta semana las solicitudes de avance de siete comunidades, de las cuales se aceptaron las de Andalucía, Valencia y Castilla-La Mancha.
Sin embargo, el Ejecutivo rechazó de nuevo la solicitud de Madrid, que insiste en avanzar en el desconfinamiento pese a ser la región más afectada del país en número de contagios y fallecidos.
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó a través de las redes sociales al Gobierno de mantener la capital "paralizada" y "arruinar" comercios y empleos.
"La evolución de la epidemia es muy favorable (...) pero aunque sea muy favorable sigue siendo la comunidad que más casos registra a diario, junto con Cataluña", recordó el portavoz de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Por último, cuatro islas de Baleares y Canarias avanzaron a la fase 2, que permite mayor flexibilidad en las relaciones sociales y no limita a las superficies comerciales para su apertura.