El propietario de la granja explicó que había ido al gallinero para dar de comer a sus gallos cuando escuchó que las aves estaban montando un alboroto.
"Me di cuenta de que faltaba uno de ellos, así que temí que hubiese pasado lo peor. Fue entonces cuando encontré a la serpiente afuera con mi pájaro", aseveró el testigo de la perturbadora escena.
En el suelo había una pitón de más de 1,8 metros de largo con un gallo muerto en la boca. Solo las patas del pájaro sobresalían de las fauces mortales de la serpiente. El reptil estaba a punto de tragarse por completo a su víctima, cuando los servicios de emergencia arribaron a la granja, extrajeron el gallo y pusieron en libertad a la pitón.