Fue detenido en aparente venganza por su cobertura para la revista digital Centenario de los hechos que desembocaron en el derrocamiento del expresidente Evo Morales y la instauración de un Gobierno de facto ultraderechista. Y con el agravante de que fue capturado por las fuerzas leales a las nuevas autoridades cuando estaba internado en un hospital en estado de coma inducido.
"Nuestro compañero tiene hipertensión arterial, edema pulmonar, problemas renales y pérdida de visión, algo que viene agravado por la pandemia del coronavirus", dijo a Radio Sputnik el director de 'Centenario', Leonardo Juárez, quien denunció que se trata de una persecución arbitraria y con motivos falsos, una situación que afrontan cada vez más periodistas en Latinoamérica por decir la verdad.