"Escribí un texto sobre algunas lecciones de la pandemia y al final hago un resumen de lo que considero más importante: hablo de garantizar el derecho universal a la salud, el planteamiento es que no se deje al mercado el tema de la salud", dijo el mandatario en su alocución diaria en el Palacio Nacional.
La propuesta exhorta a "que la salud no sea un asunto mercantil, sino que sea vinculado estrechamente a los derechos humanos, el derecho a estar sanos y vivir con salud".
El texto fue presentado como "una aportación para la discusión y debate a nivel mundial sobre el tema", en la cual propone fortalecer los sistemas públicos de salud, que "no son gastos sino inversión en el recurso más preciado de todos los países del mundo, que es su población".
Argumentó que, en los hechos, otras pandemias sanitarias han causado más padecimientos en el mundo.
"Son más los que pierden la vida por infarto, obesidad y diabetes que los que morirán por coronavirus", contrastó.
Las enfermedades crónicas son en buena media hereditarias, sin embargo, "se exacerban por el consumo de productos industrializados y malos hábitos alimenticios".
Ante esas morbilidades, el jefe de Estado propuso un movimiento global de prevención y educación para la salud, la orientación nutricional, el fomento al ejercicio físico y la práctica del deporte.
Un nuevo orden mundial
Uno de los objetivos de la propuesta es evitar el acaparamiento, "contra el monopolio, fines de lucro y control de la comercialización de insumos médicos, que nadie se vea privado por falta de recurso económicos o porque el mercado hace inalcanzable tales prestaciones".
La propuesta plantea que la ONU y la Organización Mundial de la Salud convoquen a gobiernos y científicos del mundo a encontrar vacunas contra coronavirus y otras enfermedades.
López Obrador propone "desechar el modelo que genera riqueza sin bienestar, y procurar la participación del Estado en la generación del bienestar y el derechos la salud".
"Al Estado le corresponde atemperar la desigualdades sociales", puntualizó.
Consideró que "no es posible seguir desplazando la justicia social de la agenda de los gobiernos".
El líder de izquierda nacionalista deploró que se utilice al Estado "para proteger intereses particulares y desvanecerlo cuando se trata del beneficio de las mayorías, del bienestar de los más desfavorecidos, basta de hipocresía".
Esas instancias deberían ser, plantea, "verdaderos promotores de la cooperación para el desarrollo el bienestar de los pueblos y las naciones", basados en "principios humanitarios", más que intereses económicos.
Propuso que después de la pandemia, las naciones deben abocarse a "reconstruir el mundo, para que se forme sobre bases nuevas", sin violencia, guerras, grupos de presión, desigualdad, racismo ni dictaduras.
"Sí a la paz, la justicia, la igualdad, la libertad, la democracia y el bienestar", puntualizó.
El país latinoamericano propuso una resolución que fue aprobada por 179 países en la Asamblea General de la ONU, que mandata al secretario general António Guterres y a la OMS a impulsar acciones internacionales contra la pandemia.
La Universidad Nacional Autónoma de México y otras instituciones educativas y de investigación participan en tres protocolos internacionales en curso.
Este país vive la fase tres de aceleración de los contagios y personas fallecidas por la pandemia, en la que han muerto 2.961 personas y son de 29.616 casos confirmados.