La decisión de restringir las visitas a los pacientes hospitalizados por la crisis sanitaria de del coronavirus preocupó a Laura Debesa, enfermera en la Unidad de Paciente Crítico del hospital público San Borja Arrarián en Santiago de Chile.
"Obviamente es una decisión difícil de tomar porque no es fácil restringir las visitas a alguien enfermo, porque obviamente cuando los pacientes están enfermos se beneficia muchísimo de las visitas de sus familiares, sus seres queridos, como que se animan", señala a Sputnik Laura.
La enfermera, de 29 años y con 6 años de experiencia profesional, estaba consciente de lo necesario de la medida de protección implementada en el recinto hospitalario, pero también preocupada por sus pacientes. Recuerda una vez que regresó inquieta a casa y le comentó a su familia lo que estaba pasando.
"Yo sigo por Instagram a una chica española, una influencer y una vez ella recomendó de la cuenta de Instagram No Te Conozco, Pero..., entonces yo me metí a verla y bueno, encontré este proyecto que me encantó", cuenta Lucía Bebesa a Sputnik.
Y agrega, "se lo comenté a mi hermana, le escribí a ellos para ver si podíamos replicar la idea en Chile y ellos me dijeron que por supuesto, eso sí que cambiáramos el nombre ".
Así, el 26 de marzo, nació Te Escribo Porque, proyecto que comenzó con el trabajo de las tres hermanas Debesa, al sumarse Luisa la menor, y que hoy cuenta con un equipo de más de 15 voluntarios que permite que se reciban, ordenen y se repartan las misivas escritas, las que son enviadas no solo en el Hospital San Borja, donde se inició con el proyecto, sino a otros centros de salud.
"Al principio éramos nosotras tres no más y de repente nos llegaron como en dos días 300 cartas, y decíamos cómo lo vamos a poder hacer. Ahora tenemos más de 3.000, y decíamos cómo lo vamos a poder hacer y de pronto empezaron a llover las voluntarias, bueno, voluntarios también. Hombres y mujeres que nos decían: 'oye quiero aportar, quiero ayudar, desde dónde puedo hacerlo, etc.'", relata Lucía.
Ambas hermanas explican que hoy el equipo se ha dividido entre quienes receptan y disponen los correos, y quienes arman los paquetes de 20 cartas que se envían a los distintas clínicas y hospitales, que se han sumado al proyecto.
Correos que envían personas de distintas edades y origen social, que viene de todo Chile e incluso del extranjero, y que están enfocados a todos los pacientes hospitalizados, "independientemente de si tenga o no tengan coronavirus", porque la visita se restringió a todos, independientemente de la enfermedad por la que estuvieran en los servicios de salud, detalla Laura.
"Lo encuentro fantástico porque es un medio de comunicación y nosotros en este momento estamos aislados, yo no recibo visitas" reconoce Roque Oñate, paciente del Hospital San Borja, quien señaló que le dio "escalofríos" mientras escuchaba la carta que leían.
Una iniciativa que no solo ha tenido una buena recepción en los pacientes, según señala la enfermera, sino de los funcionarios de la salud, quienes a pesar de la sobrecarga de trabajo valoran esta labor.
"Se dan cuenta que leer la carta no toma más de 10 minutos, y que ellos salen superfortalecidos de leerlas también, porque ver que tú estás haciendo algo por tu paciente para que esté mejor anímicamente, para que lo puedas ayudar a recrearse, a disminuir su pena y a sentirse más motivado, o sea nosotros como trabajadores de la salud también nos fortalece y nos ayuda a tener una motivación diaria", relata con satisfacción Laura.
Y enfatiza, "es lograr acompañar a los pacientes que están hospitalizados sin la visita de sus seres queridos y motivarlos, y entretenerlos un ratito, en cierto sentido lograr disminuir el daño que se les produce psicológicamente porque tengan restringidas las visitas".