En una comparecencia divulgada en sus redes sociales, el gobernador explicó que el objetivo central de la medida es convencer a los ciudadanos de que se queden en casa: "Llegó el momento drástico de actuar para salvar la vida de nuestra gente", aseguró.
La medida afecta a la capital, Belém do Pará, y a otros nueve municipios que tienen un número de casos positivos de COVID-19 superior a la media del estado, que es de 51 casos confirmados por cada 100.000 habitantes.
Tan solo permanecerán abiertos servicios básicos como hospitales, farmacias, supermercados y bancos.
El estado de Pará es el séptimo más afectado por la pandemia en Brasil; según los datos de las autoridades regionales, hasta el martes 5 se contabilizan 375 muertos y 4.756 casos confirmados.
Este es el segundo estado brasileño que decreta un cierre total para frenar el avance del SARS-CoV-2, después de que el mismo martes entrara en vigor en Maranhão (norte), aunque únicamente en su capital, Sao Luis, y su área metropolitana.