Este 9 de mayo se cumplen 75 años de la capitulación de Alemania ante el Ejército de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en Berlín. Dos días antes de aquel mayo de 1945, EEUU e Inglaterra se anticiparon y recibieron la rendición nazi en la ciudad francesa de Reims.
El Gobierno soviético no estuvo de acuerdo y requirió la firma de otra acta oficial de entrega incondicional de Alemania, ya que la confrontación en el frente soviético-alemán todavía no había cesado. Esto ocurrió en Berlín el 8 de mayo a las 23.01 hora occidental, madrugada del 9 de mayo en Moscú.
"El fin de la SGM fue un hecho significativo para el siglo XX. Si miramos en retrospectiva en la historia humana fue un período impresionante en términos de cambio y de reestructuración de la sociedad global", indicó Rodríguez Ossés.
Tal reestructura colocó a Washington a la cabeza de ese nuevo orden mundial, imponiendo su narrativa en la cual el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía el 6 de junio de 1944, luego de tres años de cruenta guerra en el frente soviético, aparece como la acción que cambió el curso de los acontecimientos.
Pero con el paso del tiempo fue quedando claro que fueron las tropas soviéticas las que marcaron el principio del fin con la victoria en la Batalla de Stalingrado en el invierno de 1942-1943, sus 27 millones de víctimas entre civiles y militares, y la posterior marcha hacia Berlín liberando a los territorios ocupados y los campos de exterminio nazi.
Multiples voces
En este sentido apuntó que el final de la SGM marcó "el nacimiento de las Relaciones Internacionales a partir de lo que conocemos como un mundo bipolar: el sistema entre dos grande bloques liderados por EEUU y la URSS".
"No estaba dividido en dos países o en dos imperios, sino en dos paradigmas, cosmovisiones totales que se disputaban la preeminencia en el mundo, como el capitalismo y el comunismo", añadió el integrante de la Fundación Globalizar.
Sobre finales de la década de 1980 e inicios de la siguiente con la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de la URSS, EEUU se posicionó nuevamente como "el triunfador", ahora con su victoria en la Guerra Fría. Sin embargo, para Rodríguez Ossés, comenzó allí mismo un declive paulatino.
"EEUU tuvo un dominio completo en todas las variables del sistema internacional sin ningún tipo competidor. Después lo que pasó fue que no supo cómo seguir y llevar adelante ese dominio", resumió.
"Lo que se vio es que hubo un viraje desde las administraciones estadounidenses respecto de dónde estaba el foco, que en su momento era el espacio sovietico, y se quiso dirigir hacia el Pacífico, pero nunca le encontró la vuelta a establecer un nuevo adversario, por decirlo así", agregó el entrevistado.
El viejo/nuevo escenario
Con China ubicada como segunda economía mundial, EEUU parece haber encontrado "ese enemigo". Más aún en tiempos de COVID-19. Sin embargo, el tándem Moscú-Pekín se presenta como un rival de peso en un escenario bien diferente al de hace 75 años.
"Con Rusia cada vez más empoderada, uno puede encontrar una visión alternativa en el mercado abierto de la comunicación. Eso claramente ayuda a poder recuperar también información porque antes, ya sea por este dominio comunicacional como por los propios secretos de Estado que mantenía la URSS, era difícil hallar una verdad más íntima respecto al desarrollo del conflicto", opinó Rodríguez Ossés.
Sin embargo, aún no está en disputa la hegemonía del sistema global "porque sería hablar de todas las variables de poder que es lo que construye hegemonía", consideró el entrevistado, para quien "estamos en un escenario de falla catastrófica de liderazgo de EEUU pero no de abandono del liderazgo".
Las conmemoraciones
Rodríguez Ossés destacó que en Rusia la conmemoración de este 75 aniversario se vive de una manera especial porque fue para ellos "una tragedia antes que un acontecimiento político: tuvieron al invasor en casa y sufrieron pérdidas que no sufrieron los otros aliados".
El analista dijo también que lo que más afligió a EEUU "en términos afectivos y emocionales" fue el ataque japonés en Pearl Harbor en diciembre de 1941 que provocó su ingreso en la guerra. En cambio, para Rusia es un evento central porque cambió la vida de todo el país. "No quedó ningún ruso ajeno a esa circunstancia. Entonces, el fin de la SGM significa cosas diferentes para todos".
Este año y por la pandemia, el presidente Vladimir Putin, decidió aplazar los festejos por el 75 aniversario, pero apoya la iniciativa de que la gente salga a los balcones de sus casas a cantar el himno del Día de la Victoria.