En una declaración difundida este 4 de mayo, la Cancillería calificó de "infundadas" las acusaciones de injerencia en los asuntos internos vertidas contra Moscú a raíz de sus enérgicas protestas por el desmantelamiento de un monumento al mariscal soviético Iván Kónev en un distrito de la capital checa.
Rusia, añade el texto, insiste en que Chequia acate las cláusulas del artículo 21 del Tratado de amistad y cooperación del 26 de agosto de 1993, que estipulan las garantías de protección de los monumentos militares.
"Proponemos a la parte checa activar los mecanismos del diálogo bilateral [particularmente, en base al artículo 5 del Tratado] para que las autoridades cumplan con sus compromisos de protección de monumentos. Una negativa oficial de Praga agravaría el de por sí complicado ambiente de nuestras relaciones", advierte la declaración.
El pasado 3 de abril, las autoridades de un distrito de Praga retiraron el monumento al mariscal soviético Iván Kónev, quien en mayo de 1945 liberó esa ciudad de las fuerzas nazis, salvando la vida a cientos de miles de checos.
El monumento simbolizaba el reconocimiento de los checos a todos los soldados soviéticos que sacrificaron sus vidas para liberar a la entonces Checoslovaquia del yugo de la Alemania nazi.