"Se sabe bien, y ha sido repetidamente reportado en varios medios de comunicación, que en las áreas fronterizas con Venezuela hay campos de entrenamiento especial para milicias, incluyendo exsoldados venezolanos desertores, que fueron atraídos por la promesa de los 10.000 dólares", destacó el diplomático ruso.
Sin embargo, Melik-Bagdasárov agregó que "en lugar de una generosa recompensa por su traición, fueron reclutados rápidamente y convencidos fácilmente de que ahora depende de ellos liberar a la patria de la dictadura".
Melik-Bagdasárov cree que el grupo que fue neutralizado y en otros similares existe con el apoyo del extranjero.
"Tales mercenarios son productos de la fábrica del terror y el asesinato, criados con el apoyo de EEUU y sus amigos. De ellos se forman los grupos de combate, uno de los cuales ha sido neutralizado", aseveró el embajador, mostrándose convencido de que se revelarán nuevos detalles del incidente en un futuro próximo durante la investigación.
El Ministerio de Defensa venezolano informó que se habían incautado armas durante la operación, algunas de las cuales eran del mismo tipo que las que se habían utilizado durante el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, por su parte, negó rotundamente que hubiese participado en el incidente.