Schroder destacó que a pesar del terrible pasado de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas de Hitler atacaron a la URSS, Rusia está dispuesta a trabajar con la nueva Alemania en un "espíritu de confianza", hecho que "no puede ser sobreestimado".
Las relaciones entre Rusia y la UE comenzaron a empeorar tras la crisis en Ucrania y la reunificación de Crimea con Rusia de 2014. Los países occidentales acusaron a Moscú de interferir en los asuntos internos del país vecino e introdujeron las sanciones, a pesar de que desde el Kremlin habían reiterado en repetidas ocasiones que el país no era parte del conflicto en Ucrania.
Cuando el periodista del medio le recordó a Schroder que las sanciones occidentales habían formado parte de la respuesta de la UE a la reunificación de Crimea con Rusia, el político alemán resumió que cualquiera que piense que las restricciones podrían usarse para obligar a Moscú a hacer algo, se equivoca.
"Ningún presidente ruso jamás devolverá Crimea a Ucrania", concluyó.