"El agotamiento de la capa de ozono, el escudo que protege la vida en la Tierra de los niveles dañinos de radiación ultravioleta, alcanzó un nivel sin precedentes en grandes partes del Ártico esta primavera (...) La última vez que se observó un agotamiento de ozono igualmente fuerte en el Ártico fue durante la primavera de 2011", informó el ente.
De acuerdo con la OMM, el inicial aumento del agujero fue causado por la continua presencia de sustancias como los clorofluorocarbonos, que destruyen la capa de ozono, y las condiciones meteorológicas, en concreto el invierno muy frío en la estratosfera, la capa de la atmósfera ubicada entre unos 10 y 50 kilómetros de altitud.
"La situación volvió a la normalidad y el agujero se cerró", dijo la portavoz de la OMM, Clare Nullis.
La vocera aclaró que, al contrario de lo que muchos pueden deducir, la disminución de la contaminación del aire por la pandemia de coronavirus no desempeñó un factor determinante en el cierre del agujero.
Según la OMM, la destrucción de la capa de ozono, que protege la vida en nuestro planeta de la radiación ultravioleta dañina, es un fenómeno que ocurre en el Ártico en primavera.