"Es muy difícil encontrar un equilibrio entre los intereses de la comunidad y el individuo en condiciones de la pandemia del coronavirus, pero el Estado está obligado a tomar estas medidas en aras de la vida y la salud de los ciudadanos", considera Tatiana Moskalkova.
Durante la conferencia de prensa ofrecida en el centro de prensa de nuestro grupo mediático Rossiya Segodnya, Moskalkova respondió a la pregunta de si los defensores de los derechos humanos de la ONG Amnistía Internacional tienen fundamentos para considerar que las medidas restrictivas tomadas por el coronavirus son utilizadas para reprimir los derechos humanos.
Amnistía Internacional había publicado un informe en el que expresó su inquietud por las medidas de protección frente al coronavirus que se toman en países de Europa Central y del Este, incluyendo Rusia, Ucrania, Kazajistán, Bielorrusia, Azerbaiyán, y otros. La ONG las considera extremadas y, asimismo, opina que no se corresponden con los compromisos asumidos en área de los derechos humanos.
"Las medidas restrictivas por la pandemia del coronavirus son inhabituales para la gente, pero son resoluciones excepcionales para el cumplimiento del objetivo de prevenir la propagación del coronavirus", así comentó Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Federación de Rusia las sospechas de que el Estado supuestamente se aprovecha del coronavirus para controlar la vida privada de los ciudadanos.
"Tanto las constituciones nacionales con sus derechos fundamentales como los tratados internacionales con sus derechos humanos recogen clausulas excepcionales que permiten en concretos momentos suspender algunos de esos derechos. En este contexto, la pandemia de coronavirus supone una situación de grave afectación a la seguridad mundial. Por lo que estaría absolutamente legitimada la restricción de algunos de esos derechos", señaló el experto.
El analista subrayó también que los derechos básicos como, por ejemplo, la vida, la integridad física y la inviolabilidad del domicilio no resultaron violados y el único derecho que si fue afectado es el de libertad de circulación, pero en forma muy limitada.
"La restricción puntual al movimiento de los cuidadanos parece absolutamente proporcional y, desde luego, no cabe hablar de violaciones a los derechos de los cuidadanos", concluyó Aitor Martínez Jiménez.