"Alicia fundó una escuela, creó un estilo, una manera de bailar, de asumir una versión coreográfica, y de interpretar los personajes", expresó a Sputnik el especialista del Ballet Nacional de Cuba e investigador del Museo de la Danza.
Piñeiro resaltó el papel de la "prima ballerina assoluta" cubana, de quien reconoció una exquisita técnica, a pesar de haber desarrollado buena parte de su carrera profesional con severas afectaciones en la vista.
"Su forma de bailar Giselle, o el adagio del segundo acto del Lago de los Cisnes, marcaron una pauta para las futuras interpretaciones a nivel mundial", expresó.
El estudioso de la danza en la isla insistió que en el Ballet Nacional de Cuba, desde su fundación en 1948, el principal propósito de sus iniciadores —Alicia y Fernando Alonso— fue "que [la danza] se convirtiera en un arte popular y que estuviera al alcance de todos los cubanos".
"Después de 1959, Alicia se empeñó en sacar el ballet del teatro y llevarlo a las fábricas, a las zonas rurales, a las montañas, impartir charlas didácticas en escuelas o centros de trabajo, y la creación de los Círculos de Amigos del Ballet Nacional de Cuba, dirigidos a promover lo mejor de la danza y rescatar a esa parte del público", comenta Piñeiro.
En medio de la conmemoración por el día Internacional de la Danza, el especialista subrayó la importancia del Ballet Nacional de Cuba en el contexto internacional, y mencionó a legendarias figuras que contribuyeron a consolidar el prestigio de esta compañía.
Además de sus obligaciones académicas, Ahmed Piñeiro dirige, conduce y escribe, desde hace 17 años, el programa televisivo La Danza Eterna, un espacio de divulgación danzaría que goza del aprecio del público.
"Este programa se ha mantenido por tantos años en el gusto de los telespectadores porque es una consecuencia lógica de esa pasión que existe en Cuba por la danza, una pasión que viene desde la propia génesis del Ballet Nacional de Cuba, fundado en 1948", agregó.
Desde 1982, el Día Internacional de la Danza se celebra cada 29 de abril en memoria del natalicio del maestro y coreógrafo francés Jean-Georges Noverre, y este 2020 fue dedicado a la bailarina cubana Alicia Alonso, fallecida en La Habana el pasado 19 de octubre a los 99 años.