Se llama Angelina Friedman y puede presumir de tener una salud de hierro. Esta centenaria reside en el hogar de ancianos neoyorquino Mohegan Lake, y tanto el personal que la cuida como su familia están acostumbrados a que esta superviviente supere con nota todas las pruebas que le pone la vida a su salud.
Su hija, Merola, comentó al medio neoyorquino PIX 11 que su madre "no es humana. Tiene ADN sobrehumano".
La historia de esta mujer se remonta a 1918, año en que el mundo era sacudido por la salvaje gripe española. Entonces Friedman, de origen italiano, se dirigía a EEUU en barco con sus padres, y salió ilesa de la travesía y de los efectos de la gripe. Una vez en el destino, la madre de Angelina murió en un parto, y ella creció en Brooklyn junto a su padre.
El último desafío que le ha tocado afrontar a esta señora le llegó el 21 de marzo en forma de pandemia mundial: ese día la llevaron al hospital por otro motivo y, una vez allí, determinaron que se había contagiado del COVID-19.
Por increíble que parezca, una semana de hospitalización y medidas posteriores de aislamiento en el hogar de ancianos fueron más que suficientes, y el 20 de abril ya estaba curada. A este paso, su propia hija ha dicho, "vas a sobrevivir a todos nosotros".