Los principales síntomas de la COVID-19 han sido replicados por diversas fuentes: son cansancio, fiebre y tos seca. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que, en ciertos casos, los pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, dolor de garganta y diarrea.
En ese momento, las células comienzan a secretar citocinas, una molécula que señala a las células vecinas la presencia de una infección viral. Con esto el sistema inmune trata de detener el virus en primera instancia, pero diversos virus han desarrollado formas de contrarrestar esta respuesta a partir de la producción de proteínas que degradan parte de las citocinas.
Ante esto, el sistema inmunológico comienza a producir anticuerpos que ayudan a destruir al patógeno en el cuerpo. Se trata de pequeñas proteínas que buscan evitar que el virus ingrese a más células. Algunos pueden neutralizarlo, o bien, marcarlos para lograr que otras células del sistema inmunológico lo destruyan antes de que siga multiplicándose.
Sin embargo, en algunos casos también pueden ocurrir las llamadas tormentas de citocinas, las cuales generan una inflamación descontrolada que puede acabar con el organismo, particularmente en órganos como el cerebro, hígado y médula ósea.
Por ejemplo, especialistas en enfermedades respiratorias y genética de la Universidad de Oxford estudian al gen que codifica la enzima ACE2, considerada como fundamental en el acceso del nuevo coronavirus al cuerpo humano. De este modo se espera encontrar si existen variaciones genéticas que expliquen la mayor susceptibilidad de algunos organismos a ser infectados por el SARS-CoV-2.
La hipótesis que estudian estos especialistas señala que el virus ataca el revestimiento del corazón, ya que, al igual que la nariz y alveolos pulmonares, este órgano es rico en enzimas ACE2. También analizan si las tormentas de citocinas o la falta de oxigeno pueden ser responsables de afectar al corazón. No obstante, todavía falta mucho por saber con certeza sobre las afectaciones que el SARS-CoV-2 tiene en el cuerpo humano.