Solo recientemente se han hecho público los documentos relacionados con una de las operaciones de contraespionaje soviético llevadas a cabo cuando la victoria sobre la Alemania nazi estaba cerca en la Gran Guerra Patria, nombre dado por la historiografía soviética a la parte de la II Guerra Mundial focalizada en el frente del este, que enfrentó a la URSS y a la Alemania nazi entre 1941 y 1945.
La operación pasó a la historia bajo el nombre en clave de Tumán (Niebla). Y hoy en día, 75 años después del final de la guerra, los informes formales de la Inteligencia soviética parecen una novela de aventuras.
Tras el fracaso del intento de asesinato del líder soviético en la Conferencia de Teherán de 1943, la Inteligencia militar alemana, Abwehr, estaba a la espera de su próxima oportunidad. La encontraron en el amor que sentía Stalin por el Bolshói.
En sus memorias, Walter Schellenberg, jefe de información y contraespionaje alemán, recordó los planes para eliminar a Stalin y al alto mando soviético. Los planes fueron discutidos en secreto absoluto. Además del propio Schellenberg, solo Adolf Hitler, el líder de la Alemania nazi, y sus asociados más cercanos sabían sobre la operación.
El asesinato fue encargado al terrorista fascista y desertor Piotr Tavrin, cuyo apellido real era Shilo.
Para equipar y entrenar al agente, se utilizaron las mejores fuerzas de la inteligencia alemana y los últimos logros científicos, como un avión especial preparado para aterrizar en un pantano, minas radioguiadas y un arma especial. Incluso, el favorito del führer, Otto Skorzeny, llegó a instruir a Tavrin personalmente.
Uno de los planes desarrollados por los nazis debía realizarse precisamente en el Teatro Bolshói.
A pesar de las dificultades de la guerra, los líderes del país continuaron prestando gran atención a la cultura y al Teatro Bolshói, ya que consideraban que su actividad era clave para la futura victoria. A medida que el frente se movía hacia el oeste, la influencia internacional de la Unión Soviética crecía, de allí que se hiciera todo lo posible para garantizar que el Teatro Bolshói correspondiera a los estándares internacionales.
En la época del Teatro imperial, los artistas no tenían acceso a los más altos dignatarios y mucho menos al zar. En la época soviética, todo cambió. Incluso las represiones de 1937 pasaron por alto el teatro.
Se suponía que el 6 de noviembre de 1944, Piotr Shilo entraría en el Bolshói para una reunión ceremonial dedicada al 27 aniversario de la Revolución de Octubre. El liderazgo superior del país generalmente estaba presente en estas ocasiones.
Para que el terrorista pasara libremente por los puestos de guardia, los fascistas le otorgaron auténticos premios soviéticos, incluido el más alto, La Estrella de Oro del Héroe, además de documentos e insignias de comandante de la contrainteligencia. Incluso se fabricó un número falso del periódico soviético Pravda con una fotografía de Tavrin y un decreto que supuestamente le confirió el título de Héroe de la Unión Soviética.
Por razones de seguridad, Stalin nunca se sentaba en el famoso palco del zar del Teatro Bolshói; sin embargo, la inteligencia enemiga sabía su ubicación. Se suponía que tras haber penetrado en la reunión ceremonial del 6 de noviembre, Tavrin debía dejar un maletín con una mina controlada por radio debajo de la columna del palco donde estaba Stalin.
Su esposa, la operadora de radio Lidia Shílova, debía activar la bomba. Se esperaba que bajo los escombros del Bolshói, quedarían los cadáveres de los líderes de la URSS y directores de las fábricas. En Berlín pensaban que su eliminación causaría caos en el país y detendría el avance de las tropas soviéticas en el frente.
La explosión sería una señal para el aterrizaje en las afueras de Moscú de un gran desembarco, que capturaría a un Kremlin desmoralizado y pusiera al frente del país al traidor general soviético Andréi Vlásov.
Otra opción incluía bombardear el automóvil de Stalin tras abandonar el Kremlin. Para atravesar la armadura, se creó un arma especial llamada Panzerknacke (la que roe armadura).
Todo fue concebido a lo grande. No obstante, gracias a las acciones competentes de la contrainteligencia soviética Smersh ("Muerte a los Espías"), el intento de asesinato fue frustrado.
Los sistemas de defensa aérea de la región de Moscú detectaron a las 2:00 de la mañana del 5 de septiembre de 1944 un avión Arado Ar 232 con agentes y equipos. El avión aterrizó justo en el campo. La detención exitosa fue realizada por el grupo operativo del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD, por sus siglas en ruso). Capturaron el avión y el equipo especial, incluido el famoso Panzerknacke, y arrestaron a los agentes.
Más tarde, estos fueron utilizados en unа campaña de desinformación a través de la radio. El objetivo de este juego de espías era convencer al enemigo de que los preparativos para el intento de atentado avanzaban con éxito y que no había necesidad de enviar nuevos agentes a Moscú.
Después de haber lanzado una amplia campaña para desinformar al enemigo, la containteligencia soviética logró confundir con éxito a los oficiales de la inteligencia alemana.
En respuesta, los alemanes agradecieron el servicio y ofrecieron unirse con otro grupo ubicado en la retaguardia. Naturalmente, este grupo también fue neutralizado. La operación Tumán (Niebla) finalizó brillantemente y fue otro paso en el camino hacia la victoria.