"La próxima entrada en vigor del T-MEC impulsará la recuperación económica de nuestro país y de la región de América del Norte posterior a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19", dijo en un comunicado la secretaría de relaciones Exteriores que encabeza el canciller Marcelo Ebrard.
Esta acción se suma a las notificaciones realizadas por separado, por los poderes ejecutivos de México y Canadá, el 2 de abril pasado.
Con la notificación de EEUU "concluyen los requisitos necesarios entre los tres países para que el T-MEC entre en vigor", explica el texto diplomático.
El párrafo dos del Protocolo por el cual se sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por el nuevo T-MEC establece que, "el primer día del tercer mes siguiente a la última notificación recibida, que corresponderá al 1 de julio de 2020", precisa la cancillería.
Las autoridades mexicanas consideran que el nuevo pacto que reemplaza al TLCAN que cumplió 26 años en enero pasado, "brindará certeza legal en beneficio del desarrollo de nuestras poblaciones".
El T-MEC es el resultado de la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de renegociar el TLCAN, que entró en vigencia el 1 de enero de 1994 y que en varias oportunidades el mandatario calificó de "desastroso" para su país.
El Gobierno de México esperaba que el T-MEC entrar en vigor un mes antes, el 1 de junio, cuando reanuden las actividades escolares y laborales, que han sido suspendidas para contener la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, la poderosa industria automotriz, que representa la cuarta parte de las exportaciones mexicanas, esperaba una postergación de la implementación del T-MEC, debido a que sus cadenas globales de producción están rotas por la pandemia.
Los tres países suman más de 22,2 billones de dólares de Producto Interno Bruto y más de 490 millones de habitantes.