Hay gimnasios que dan sus clases online vía zoom, profesores que suben sus rutinas a las redes sociales, y personas que entrenan solas mirando videos de YouTube o realizan videollamadas con amigos para motivarse. En cualquier caso, no hay excusas para no moverse estando en casa.
No se requiere contar con instrumentos especiales, basta con adecuar las herramientas que hay en el hogar. Por ejemplo, se pueden usar bastones de escoba para estiramiento y coordinación, botellas o bidones de agua para rutinas de fuerza y bancos pequeños o escaleras para ejercicios cardiovasculares.
"Para elevar de manera progresiva la frecuencia cardíaca, y sostenerla por un determinado tiempo, podemos trotar dentro de la sala, hacer saltos de soga o subir y bajar escaleras. Para los ejercicios de fuerza, en los que luchamos contra una carga o contra la gravedad, podemos hacer planchas o lagartijas con una colchoneta o una frazada en el piso", añadió el especialista.
Hay tres elementos presentes en los gimnasios que debemos tratar de tener en casa para desarrollar un buen entrenamiento: reloj, espejo y agua. El primero es para controlar el tiempo los ejercicios y las pausas; el segundo para verificar la postura y el tercero para mantenerse hidratado en todo momento.
"Si durante la práctica de la actividad se siente alguna molestia muscular, como un tirón, mayor fatiga de un lado del cuerpo, dolor abdominal o sensación de falta de aire, probablemente estemos haciendo el ejercicio de manera incorrecta", indicó Lozano.
Por último, resaltó la importancia de no sobreexigirse con el entrenamiento en casa ni pretender lograr objetivos extraordinarios en poco tiempo, ya que los resultados se obtienen a largo plazo.