"Solicitamos al Ministerio de Salud que se prioricen pruebas rápidas de COVID-19, medicamentos, adecuación de zonas de aislamiento seguras, equipos de bioseguridad y testeos masivos en los territorios de las nacionalidades donde existen sospechas de casos de COVID-19", dijo Vargas a Sputnik.
La Confeniae, adicionalmente, mantiene permanente contacto y cruce de información con su par de Perú.
Según Vargas, las nacionalidades indígenas de la Amazonía se encuentran ante una de las más graves amenazas para la supervivencia de sus poblaciones y la continuidad cultural de los pueblos.
La persistencia de formas de desigualdad y discriminación hacia los pueblos indígenas, junto con una débil cobertura institucional de los servicios de salud pública en esos territorios, los colocan en primera línea de riesgo frente a la pandemia.
En días pasados, varias ONGs alertaron sobre la muerte de un anciano de la etnia Secoya, con síntomas asociados al COVID-19, pero hasta la fecha no se ha podido comprobar los motivos de la muerte del anciano.
"No tenemos apoyo por parte del Gobierno, nuestra gente no cuenta con insumos necesarios ni con herramientas de trabajo; la situación es preocupante", destaca Vargas.
La campaña de prevención, con enfoque intercultural, se difunde en seis lenguas indígenas.
Previamente, las comunidades indígenas de la Amazonía cerraron sus fronteras por decisión propia para impedir entrada o salida a sus territorios y minimizar los riesgos.
En Ecuador, los territorios amazónicos se localizan al este de la Cordillera de los Andes, en las provincias de Orellana, Sucumbíos, Zamora Chinchipe, Morona Santiago y Pastaza.