"Empezar a abrir el comercio es un riesgo que corro, porque si se agrava (la situación) cae encima de mí, pero lo que veo es que mucha gente [también] es consciente de que hay que abrir", dijo Bolsonaro en la ceremonia de toma de posesión del nuevo ministro de Salud, Nelson Teich.
Asimismo, el mandatario habló de la posibilidad de reabrir las fronteras terrestres del país, cerradas desde mediados de marzo: "Hay que empezar a reabrir las fronteras ¿por qué cerrar la frontera con Paraguay? Si es una frontera seca que podemos controlar… Lo mismo con Uruguay", dijo.
Bolsonaro volvió a defender una reapertura gradual de la economía, diciendo que hay que "abrir el empleo" porque el efecto colateral del combate al coronavirus no puede ser "más dañino que la propia medicina".
El mandatario también se mostró contrario a las medidas más drásticas de confinamiento decretadas por alcaldes y gobernadores, criticando sobre todo las "detenciones ilegales" de personas que transitan por las calles y lugares públicos.
No obstante, asumió que su Gobierno no tiene poder para poner fin a esas medidas de aislamiento determinadas por otras autoridades, tal como decidió recientemente el Tribunal Supremo Federal.
"Es una pena que yo no pueda intervenir en mucha cosa, porque el Supremo decidió que las medidas de alcaldes y gobernadores deben ser respetadas… Vamos a respetar la decisión, a fin de cuentas estamos en una democracia", afirmó.
Según el último informe del Ministerio, divulgado el 16 de abril, Brasil cuenta con 30.425 casos confirmados de la enfermedad, 1.924 fallecidos y una letalidad del 6,3%.