"Si en el peor de los casos no tengo más dinero para comprar pienso o el proveedor de pienso no puede suministrarlo a causa de las nuevas restricciones, habrá que sacrificar a unos animales para alimentar a otros", dijo Kaspari al señalar que el zoológico, cerrado para visitantes por la epidemia, sigue resistiendo solo gracias a las donaciones.
Mientras, la ayuda financiera solicitada a las autoridades locales todavía no ha llegado.
El zoológico ya elaboró un plan de emergencia que establece el orden en el que se sacrificarán los animales. El último en la lista es el oso polar Vitus.
"Por supuesto, antes se podía intentar entregar a un animal a otros establecimientos pero no es tan fácil con algunos animales", añadió Kaspari.
Aún así la directora del zoológico todavía espera que la situación no llegue a tal punto.
Según Kaspari, otros zoológicos prometieron enviar pescado y carne en caso del peor escenario.
La asociación alemana VdZ, que representa a 56 parques zoológicos, había solicitado al Gobierno 100 millones de euros para apoyar al sector en medio de la pandemia.