Todo el país se asoma a diario puntualmente a las ocho de la tarde para aplaudir a los profesionales sanitarios que están atendiendo al, hasta ahora, mayor problema de salud pública del siglo XXI. Por ende, esos aplausos también se dirigen a los operarios y agentes de servicios esenciales, como los servicios de limpieza urbana, protección civil o fuerzas de seguridad, que a menudo pasan en sus vehículos haciendo sonar sus sirenas haciéndose eco de los vítores. Unos vítores que también merecen los empleados de las distintas tiendas de alimentación, al pie del cañón desde el primer día y sin posibilidad de teletrabajar.
Todo mi ánimo y respeto a Miriam Armero, cajera de supermercado, que ha sido víctima de esta vil y miserable agresión por parte de algún/a valiente de su comunidad de vecinos. Gracias por tu (vuestro) trabajo y tomamos nota de que también hay mala gente. Mala gente que camina... pic.twitter.com/6akxko9r4K
— Diego Fernández Pasc (@DiegoFFP) April 13, 2020
Y también es el caso de Clara Serrano, enfermera en un hospital de Madrid, expulsada de casa por su propio casero tras enterarse de que había dado positivo por COVID-19 (ahora vive en un hotel para sanitarios). O el de Elena, celadora en un centro de salud en Alcorcón y cuya puerta además rociaron con lejía. O el de Jesús, médico residente en el Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, al que le han pedido, también de forma anónima, que se marche a un hotel para personal médico. O el más reciente, el de una ginecóloga de Barcelona que al bajar en la mañana del día 14 a su garaje para desplazarse al trabajo en su vehículo, se lo encontró pintarrajeado con otro mensaje ofensivo: Rata contagiosa.
Así encontró el coche en el parking una médica ginecóloga de Barcelona.
— TURIS 💚🇪🇦 (@turis_valencia) April 15, 2020
Ahora vais y salís a aplaudir al balcón cerdos. pic.twitter.com/1JUVPvOEqM
"Son delitos de odio. Son denunciables, reprobables y perseguibles", manifestó la comisaria María Pilar Allué, jefa de personal de la Policía Nacional, durante la comparecencia del comité técnico del día 14 de abril. Las peticiones citadas no tienen ninguna solidez desde el punto de vista legal y los afectados no deben en ningún caso abandonar sus hogares producto de esa presión.
Pilar Allué, comisaria principal de Policía, considera los mensajes que piden a vecinos sanitarios o profesionales expuestos que se marchen de casa como delito de odio y anima a denunciarlos: "Esas conductas son denunciables y perseguibles"
— 24h (@24h_tve) April 14, 2020
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Por el momento estos hechos parecen aislados y no suponen más que un borrón en la respuesta solidaria mayoritaria de la sociedad española durante su periodo de cuarentena. La redacción sospechosa de las notas anónimas, llenas de faltas de puntuación, denota un escaso bagaje cultural. No obstante, su aparición hay que conjugarla con unas cifras más jugosas: las más de 650.000 denuncias cursadas por las fuerzas de seguridad contra ciudadanos que no han respetado las medidas de confinamiento.
Miriam Armero es cajera de un supermercado de Cartagena. Unos vecinos le han dejado una carta pidiendo que abandone el edificio. Ella ha respondido con otra carta: "Gracias a nosotras podéis comer. Menos aplausos a las 20:00 y más empatía con las que tenemos que trabajar". pic.twitter.com/BNj7fGb2bz
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) April 13, 2020
Pero si la pandemia parece aflorar en algunos una parte oscura lamentable, no es menos cierto que la respuesta de apoyo a estas personas es mucho más amplia. Por ejemplo, el del médico tinerfeño en Alcázar de San Juan, Jesús. Apenas su madre colgó en Facebook una foto con la nota recibida, en cuestión de horas comenzó a recibir multitud de mensajes de apoyo. La alcaldesa de la ciudad, Rosa Melchor, se desplazó personalmente al hospital La Mancha Centro para expresar su apoyo a este sanitario.
La alcaldesa de Alcazar de San Juan en Ciudad Real y el Jefe de Policía Local han querido agradecer al Resi del Hospital La Mancha Centro su trabajo y repudiar el ultraje al que se vio sometido por alguno de sus vecinos. pic.twitter.com/hr5yGo7Pvv
— Raul Calvo Rico (@RaulCalvoRico) April 12, 2020
"También me han invitado a cenas", declaró a los medios este médico residente. Y, sobre todo, en su portal alguien ha puesto un cartel reza: Aquí vive un héroe. Curiosamente, los mensajes de apoyo y agradecimiento están perfectamente redactados y con todos sus signos de puntuación.
Nos quedamos con lo mejor, sin ninguna duda 👇👇👇👌👏👏👏 pic.twitter.com/EO5cQy6H5i
— Estela Mandela #quedateencasa (@EstelaMandela) April 14, 2020