De acuerdo con la Revista Mexicana de Oftalmología, se calcula que el 90% de las personas con discapacidad visual en el mundo viven en países con economías emergentes y más del 80% de las mismas son mayores de 50 años. Afecta principalmente a personas de bajos recursos, edad avanzada y en zonas marginada.
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la catarata incluyen:
- el tabaquismo;
- exposición a luz ultravioleta;
- enfermedades sistémicas como la diabetes;
- el uso prolongado de ciertos medicamentos;
- enfermedades oculares de tipo inflamatorio e infeccioso;
- el color oscuro de los ojos;
- mala alimentación, entre otros.
La edad también es un factor de riesgo importante y es más común en personas de 75 años, de acuerdo con el Manual de Merck de Información Médica General, una de cada dos personas de 75 años la padece mientras que una de cada cinco personas desarrolla este trastorno a los 65.
Algunas características de esta enfermedad son vista borrosa, se pierde el contraste, ven halos o resplandores en las luces, dado que toda la luz que entra en el ojo pasa por el cristalino, cualquier opacidad de este bloquea, distorsiona o torna difusa la luz y provoca una visión defectuosa.
Generalmente el médico puede detectar una catarata mediante la exploración ocular con un o con instrumento llamado lámpara de hendidura, que permite la inspección detallada del cristalino y otras estructuras del ojo.
En la actualidad, en los países desarrollados las personas se pueden tratar las cataratas antes de que llegue a producir ceguera, pues pueden ser extirpadas y reemplazadas por un cristalino artificial.