"Las actividades económicas que aminoraron el crecimiento general del PIB 2019 fueron: petróleo crudo y gas natural con una variación anual negativa de 10,31%, (y) minerales metálicos y no metálicos que registraron una variación anual negativa de 2,04%", señaló el INE en su reporte preliminar de la economía del año pasado.
El reporte del PIB 2019 fue publicado casi coincidentemente con un análisis del Banco Mundial que pronosticó que la economía boliviana se achicaría este año en 3,4%, en línea con el retroceso mundial provocado por la pandemia del COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
El índice más bajo de expansión de la economía boliviana en lo que va de este siglo se había registrado en 2001, con 1,7%, antes de que el país viviera un ciclo de expansión particularmente destacado durante los 14 años de gobierno de Evo Morales, con un promedio anual de crecimiento superior a 4,0%.
En 2019, Bolivia vivió una prolongada inestabilidad política y social, con dos procesos electorales —primarias y generales— que desembocaron en la convulsión poselectoral de octubre y el golpe de noviembre contra Morales, quien fue sustituido por la presidenta transitoria Jeanine Áñez.
Según el reporte del INE, la fuerte caída de las materias primas fue compensada en 2019 con un sólido crecimiento del PIB en los sectores de agropecuaria (5,30%), finanzas (4,41%), comunicaciones, (4,27%), administración pública (4,13%) y servicios de restaurantes, domésticos y personales (4,08%).
Otros sectores como el comercio, la industria manufacturera, la electricidad, la construcción y el transporte tuvieron el añ0o pasado tasas de crecimiento inferiores a 4,0%.