Nature publicó en su portada el hallazgo del peculiar espécimen denominado Chilesaurus diegosuarezi, un ejemplar de 148 millones de años, proveniente del Jurásico superior. Ejemplar que no pertenecía a ningún grupo conocido y que es considerado el eslabón perdido entre los dinosaurios herbívoros, como el Stegosaurus, y los carnívoros como el Tyrannosaurus rex.
Chilesaurus Diegosuarezi será portada de la revista Nature del 18 de junio de 2015! Seco mi hermano Diego Suárez pic.twitter.com/YNAFzvwzl7
— javiera suarez ♥ (@javierasuarez) June 18, 2015
"Era un ejemplar prácticamente completo de cola a cráneo de un dinosaurio, y en él se empezó a reconocer todos aquellos huesos que antes se creía venían de distintos dinosaurios, estaban en este solo. Ahí nació el Chilesaurus diegosuarezi, como un dinosaurio único, misterioso, un rompecabezas de huesos que tienen afinidades con distintos tipos de dinosaurio, algo rarísimo, muy difícil de clasificar", explica a Sputnik Manuel Suárez, geolólogo e investigador del parque jurásico donde su hijo encontró los restos del dinosaurio.
Seguir un sueño
El año 2004, en la Patagonia chilena, en las cercanías de Mallín Grande en la Región de Aysén, fue descubierto el esqueleto del sorprendente animal prehistórico. Fue Diego Suárez —a quien se debe el nombre del dinosaurio—, menor que en ese entonces tenía 7 años e hijo de dos geólogos que estudiaban el terreno, quien encontró los primeros huesos fosilizados.
"Todo se inició cuando un niño siguió su sueño sin ninguna cortapisa. Un niño que tenía un sueño, y ese sueño era encontrar un dinosaurio", relata con emoción Suárez, quien explica que su hijo los acompañaba en sus expediciones al sur, y donde aprendió "a hablar de mundos desaparecidos, de volcanes donde no hay volcanes, de mares profundos donde ahora hay ríos".
Tras 11 años de investigación Suárez, junto al paleontólogo argentino Fernando Novas y a los expertos Leonardo Salgado, Federico Agnolín, Martín Ezcurra, Nicolás Chimento, Rita de la Cruz, Marcelo Isasi, Alexander Vargas, y David Rubilar-Rogers, dieron a conocer el estudio sobre el dinosaurio descubierto en la Patagonia chilena y que poseía características únicas, en un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature.
El eslabón perdido del parque jurásico patagónico
El dinosaurio chileno inicialmente fue considerado un "Frankenstein", por sus extrañas características físicas, aparentemente extraídas de dos grupos de dinosaurios considerados totalmente separados.
Posee la cabeza de un carnívoro, pero con dientes planos apropiados para moler las plantas, además de tener las patas similares a las de un Brontosaurus, las caderas de un Stegosaurus, y las extremidades superiores y el cuerpo similar al Tyrannosaurus rex, características que, según un estudio publicado en el 2017 en la revista Biology Letters de la Royal Society, hacen de este singular animal el eslabón perdido entre los dinosaurios herbívoros y los carnívoros.
El espécimen fue encontrado en un sitio paleontológico que resultó ser un verdadero parque jurásico en la Patagonia, gracias al hallazgo del pequeño Diego, quien actualmente está terminando sus estudios de Ingeniería Comercial.
Desde hace tres años el Chilesaurus diegosuarezi forma parte de la colección de paleontología del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, y por su data de 148 millones de años de antigüedad lo posiciona como uno de los dinosaurios más antiguos encontrados en Sudamérica. Hoy el enigma es saber qué lo mató en esa época, dado que sus fósiles lo muestran en posición de actividad y solo un evento repentino los hubiera enterrado.