"El director nacional del (número para llamadas de emergencia) ECU 911 nos informó que recibieron 6.819 llamadas de auxilio durante la emergencia; esto es una voz de alarma porque deja ver que esta situación de convivencia prolongada en un lugar exacerba la violencia", dijo Martínez.
Martínez añadió que en lo que va de la emergencia sanitaria, en Ecuador hubo seis intentos de femicidio y se perpetraron tres; las víctimas fueron dos mujeres jóvenes y una niña de cuatro años.
Además, entre el 16 y el 31 de marzo, el Consejo de la Judicatura registró 225 flagrancias a escala nacional por violencia contra la mujer.
Por otra parte, hasta mediados de marzo se recibían unas 330 denuncias de violencia sexual por semana, mientras ahora en el mismo lapso se reciben 80.
Martínez advirtió que cuando cambie la situación y las víctimas puedan acudir a las dependencias judiciales a realizar sus denuncias saldrá a la luz un subregistro de casos de violencia intrafamiliar derivado de las dificultades que ahora mismo tienen mujeres, niños y adolescentes para comunicarse con los sistemas de atención de emergencia.
"Estamos seguros que mañana veremos un subregistro muy doloroso frente a temas de violencia física, psicológica y sexual, no solo contra mujeres sino también para niños, niñas y adolescentes", enfatizó la funcionaria.
Un componente de la violencia es la prohibición, que imponen los abusadores a sus víctimas, de usar teléfonos o tener acceso a redes sociales y plataformas informáticas para denunciar agresiones.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en Ecuador 65 de cada 100 mujeres han vivido alguna forma de violencia de género.
De esas mujeres, 56,9% soportaron violencia psicológica; 35,4%, violencia física; 32,7%, violencia sexual y 16%, violencia patrimonial.
Durante 2019, 32 de cada 100 mujeres vivieron algún hecho de violencia.