El campo de concentración de Buchenwald fue establecido cerca de la ciudad alemana de Weimar en julio de 1937. El objetivo de la instalación era retener a judíos, personas que padecían enfermedades mentales o estaban aquejados de minusvalías físicas, prisioneros políticos, criminales y homosexuales llegados de toda Europa y de la URSS.
Este centro fue el lugar de cautiverio de cerca de 250.000 personas durante el Holocausto, de las cuales 56.000 no sobrevivieron. Una de las causas de muerte más comunes era la llamada exterminación por medio del trabajo: los prisiones trabajaban sin descanso en condiciones infrahumanas y, en muchos casos, totalmente desnutridos.
El Holocausto fue uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad. Siguiendo el ideal de la raza aria, Hitler y su aparato político exterminaron sistemásticamente a millones de personas. Entre los campos de concentración y exterminio cuyo eco llega hasta nuestro días por su crueldad y sus sobrecogedoras estadísticas figuran el de Auschwitz, Mauthausen y Dachau, entre otros.