El hospital Princ Suvarnabhumi, de la localidad tailandesa de Samut Prakan, se ha vuelto pionero en el uso de una suerte de máscaras protectoras o escudos faciales de tamaño adaptado a los bebés recién nacidos.
En un intento de quitar hierro a la severa crisis sanitaria a la que Tailandia y el mundo se enfrentan estos días, los pediatras del hospital añadieron una corona de papel a los escudos para bebés en un gesto humorístico. Las fotografías de las graciosas mascarillas no tardaron en viralizarse.
Con medidas de prevención como las del hospital Princ, otros hospitales del país pretenden luchar contra el virus de la mejora manera posible. En Tailandia, donde aún no se ha alcanzado el pico de contagios, se ha registrado un mínimo de 2.473 contagios y una cifra de al menos 33 víctimas mortales.

