El 8 de abril, el Equipo de Investigación e Identificación (IIT, por sus siglas en inglés) de la OPAQ en su informe responsabilizó a la Fuerza Aérea de Siria de arrojar bombas con gas sarín y cloro en la localidad de Al Latamina, ubicada en Hama, en marzo de 2017.
"El informe de la OPAQ sobre el uso de armas químicas en la aldea de Al Latamina en 2017 contiene conclusiones falsas y fabricadas, cuyo propósito es tergiversar los hechos y acusar a las autoridades sirias", dice un comunicado de la Cancillería siria, citado por el canal de televisión Al Ikhbariya.
El documento, según el Ministerio de Exteriores, se basa en materiales preparados por el grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham (también conocido como Frente al Nusra, prohibido en Rusia) y la polémica ONG Cascos Blancos, "siguiendo las instrucciones de sus dirigentes en Estados Unidos, Turquía y otros países occidentales".
El embajador de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijaíl Uliánov, también puso en duda el informe de la OPAQ, al señalar que sus conclusiones se basan solo en una investigación a distancia sin ir a la escena.
Damasco ha rechazado en varias ocasiones las acusaciones de usar armas químicas, subrayando que destruyó todo el armamento tóxico y que esto fue verificado por la OPAQ en 2016.