"Necesitamos la ayuda de otros países, para eso se construyó Europa", dijo la portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, en una entrevista a la cadena de televisión Antena 3.
Según informó el presidente del Eurogrupo, el portugués Mario Centeno, tras 16 horas de discusión telemática los socios comunitarios no fueron capaces de alcanzar un acuerdo, por lo que se adoptó la decisión de posponer las negociaciones hasta la jornada del 9 de abril.
Por un lado, los países del sur (entre los que se encuentran algunos de los más afectados por el virus, como España e Italia) piden poder financiarse en el mercado con la emisión de una deuda europea mutualizada, algo que rechazan países como Países Bajos o Alemania entre otros.
Tampoco hay consenso en otras cuestiones que fueron objeto de debate durante la reunión, como el establecimiento de líneas de créditos de hasta 250.000 millones de euros a través del MEDE (el Mecanismo Europeo de Estabilidad) o movilizar 200.000 millones desde el Banco Europeo de Inversiones y otros 100.000 desde el fondo contra desempleo de la UE.
El golpe de la pandemia de COVID-19 está resultando demoledor para las economías.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) March 24, 2020
¿Podrá la Unión Europea soportarlo?
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Sobre la movilización del dinero del MEDE, Países Bajos reclama que quiénes accedan a estos fondos se comprometan a reformas estructurales para corregir desequilibrios presupuestarios, algo que los países del sur rechazan frontalmente, pues ya arrastran altos niveles de deuda y déficit.
"No hay que contemplar ningún tipo de condicionalidad específica para cada país, ni reformas, incluso si estuvieran relacionadas con el ámbito sanitario", respondió este 7 de abril la vicepresidenta tercera del Gobierno de España, Nadia Calviño, encargada del área económica.
Una vez constatado el fracaso de la última reunión, Mario Centeno manifestó su deseo de que en el encuentro del 9 de abril se pueda tejer "una red fuerte para la UE contra los efectos del COVID-19 para proteger a trabajadores, empresas y países".
En un sentido similar, la portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, dijo confiar en que "finalmente se imponga el sentido común y la razón" porque "nadie entendería que teniendo esta crisis, con una economía hibernada, no haya un compromiso global para ocuparse de las personas".