Según los últimos monitoreos de la Dirección de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México se han registrado mejorías en la calidad del aire en las últimas semanas. Es decir, ha habido una disminución de partículas contaminantes.
Este sistema de medición se basa en los siguientes niveles de alerta de contaminación: extremadamente mala, muy mala, mala, aceptable y buena. De tal forma que, la calidad del aire en la última semana ha oscilado entre aceptable y buena.
Esto a pesar de que en el Gobierno de la Ciudad de México registrara el día de ayer —6 de abril de 2020— una disminución del 50% del tránsito vehicular durante la etapa de contingencia.
Por la emergencia sanitaria de #COVID19, el movimiento de personas ha disminuido en poco más del 50% en el transporte público. El 90% de los establecimientos mercantiles del 1er. cuadro han cerrado; siguen abiertos los que venden alimentos, medicinas y bancos. #QuédateEnCasaCDMX pic.twitter.com/Yewne3xsiy
— Gobierno CDMX (@GobCDMX) April 6, 2020
Los beneficios indirectos de la baja de contaminación
La Jornada Nacional de Sana Distancia —del 23 de marzo al 30 de abril— dictada por el Gobierno de México para el control de la circulación social en exteriores ha tenido como consecuencia la reducción de actividades contaminantes en las principales ciudades. Por lo tanto, la expectativa es que bajen los altos índices de contaminación en las grandes urbes del país que ocupa el segundo lugar en los aires más contaminados del mundo, alcanzando una categoría "peligrosa" según el ranking hecho por el Worldwide Air Quality en 2019. Se espera que la situación de contingencia ayudaría a estabilizar las condiciones medioambientales de México.
Ahora bien, la desmovilización social como estrategia para contener el avance de la COVID-19 a lo largo del país, sí tiene beneficios en términos de la mejoría ambiental, aunque estos no sean precisamente para las principales ciudades.
Por ejemplo, hace días apareció una ballena en la costa de las playas de Acapulco, Guerrero, debido al descenso de la presencia de vacacionistas. Un hecho, sin duda, inusitado para quienes habitan México.
Se aparece una ballena en la bahía de #Acapulco 😀🐳 pic.twitter.com/ahiztRzxS6
— SoyAcapulco (@SoyAcapuco) March 31, 2020
El hecho de que el beneficio directo de la disminución de la contaminación en la ciudad no la beneficie directamente, explica el también doctor en ciencias, se debe a que los gases contaminantes que se producen aquí se dispersan hacia la zona conurbada.
Por lo tanto, las bajas contaminantes de Ciudad de México sí tienen beneficios, aunque estos en realidad no sean para quienes habitan en ella. Lo mismo sucede con la baja afluencia en las distintas zonas vacacionales, donde sistemáticamente se notarán mejorías en la situación ambiental.
Además, otro de los factores colaterales de la tendencia a la baja de agentes contaminantes, precisa García Reynoso, es tener un ambiente más propicio para aquellas personas que tengan enfermedades asociadas al sistema respiratorio.
Con base en este escenario, se puede manifestar que la estrategia de desmovilización social aplicada en algunos países del mundo sí va a generar mejorías ambientales inmediatas para las zonas aledañas de las ciudades con mayor concentración contaminante. Pero no seguirá esa tendencia, mientras no haya medidas en torno a las actividades que afectan las condiciones medioambientales.