Apenas el coronavirus se convirtió en una preocupación para las autoridades chinas, un dato llamó la atención de los investigadores: si bien la cantidad de infecciones se repartía de forma similar entre ambos sexos, la mortalidad era significativamente superior entre los hombres. En efecto, la autoridad sanitaria china indicaba a mediados de febrero que la tasa de mortalidad en hombres era del 2,8% mientras que en mujeres no superaba el 1,7%.
En Italia, en tanto, las autoridades llegaron a advertir que el 70% de los fallecidos por COVID-19 eran de género masculino, ratificando una tendencia que se cumple en varios de los países.
El 2 de abril, el físico estadounidense Sharon Moalem escribió, en una columna de opinión en el New York Times, que "cuando se trata de sobrevivir, los hombres son el sexo débil" y recordó otra explicación: la debilidad de los hombres frente al coronavirus está en sus cromosomas.
Cromosomas y coronavirus
Pero para comprender lo que sucede, es preciso recordar qué son los cromosomas. Se trata de fragmentos de ADN y proteínas ubicadas en el centro de las células cuya función es transportar material genético. Dentro de cada célula, los cromosomas se ordenan en 23 pares.
Una investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Gante, Bélgica, demostró que las pequeñas cadenas de moléculas de ácido ribonucleico (ARN) contenidas en el cromosoma X pueden debilitar la respuesta inmune. Sin embargo, cuando se presenta un par con dos cromosomas X, ocurre una suerte de "compensación" que, por el contrario, favorece la respuesta inmunológica, incluso contra el cáncer. Los hombres, al contar con un único cromosoma X, no pueden realizar esta "compensación".
En su columna de opinión, Moalem advierte sobre la importancia de tener en cuenta estas diferencias genéticas entre hombres y mujeres a la hora de investigar. "Nuestro modelo de salud machocéntrico y de talla única y la cultura de investigación que lo sostiene tienen que cambiar", reivindica.