"Por desgracia, la parte agresora ha continuado violando la tregua", dijo.
Al Sarraj afirmó que "el Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia ha aceptado todos los llamamientos y los esfuerzos encaminados a cesar las hostilidades".
Pese a todos los llamados de paz, constató, el Ejército Nacional Libio "sigue bombardeando a diario los barrios residenciales en la capital del país, Trípoli, lo que ha causado numerosas víctimas civiles".
Medidas contra el coronavirus
El Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia tomó todas medidas necesarias para frenar la propagación del coronavirus SARS-CoV-2 en el país, comunicó Sarraj.
"Utilizamos todas las capacidades disponibles para enfrentar este peligro inminente", dijo al agregar que se cerraron los pasos fronterizos y aeropuertos, se impuso el toque de queda, así como se asignaron lugares para aislamiento y cuarentena en varias regiones.
Las autoridades de Trípoli, apuntó Sarraj, habían declarado el estado de emergencia y la movilización general en el país, así como "crearon el Comité Supremo para luchar contra la epidemia de coronavirus".
Además agregó que fue creado el Centro para el Control de Enfermedades, que opera a nivel nacional.
Libia hasta ahora ha registrado 18 casos de contagio con el virus, entre ellos uno letal.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
Dimisión de enviado de la ONU
La dimisión del enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salame, resultó una sorpresa para el Gobierno de Acuerdo Nacional, afirmó Sarraj.
Previamente Salame, quien apoyó la celebración de la Conferencia de Berlín dedicada a la solución del conflicto libio, anunció que dejaría su cargo.
"Esa dimisión ocurrió de manera imprevista, fue justificada por problemas de salud. Le agradecemos los esfuerzos realizados y le deseamos muy buena salud", dijo .
El político destacó que se trata de la sexta dimisión de un enviado especial de la ONU para Libia, "lo que demuestra el carácter difícil de esa tarea".
"Ella está al tanto de los detalles de la crisis libia y del plan de la ONU para encontrar una solución política, no necesitará demasiado tiempo para comprender lo que pasó y lo que está ocurriendo. Le deseamos éxitos", subrayó Sarraj.
La misión militar de la UE
Sarraj expresó sus reservas sobre la misión militar de la UE Irini para controlar el embargo al suministro de armas a Libia.
"Tenemos reservas sobre la forma de la misión, en la decisión de la UE sobre la misma no se menciona vigilancia aérea o terrestre", dijo Sarraj.
Agregó que la misión "también ignora el armamento del agresor que hasta el momento sigue recibiendo regularmente cargamentos de armas".
A partir del 1 de abril la UE lanzó una nueva operación naval, Irini, cuyo objetivo consiste en prevenir el contrabando de armas a Libia, en consonancia con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Conferencia de Berlín
Sarraj añadió que los países que participaron en la conferencia internacional sobre Libia celebrada en enero en Berlín no cumplen con los acuerdos logrados en esa reunión.
"Ellos participaron en la conferencia de Berlín y aprobaron sus resultados, pero desafortunadamente no cumplieron estas decisiones y continuaron desempeñando un papel negativo en la crisis libia", dijo Sarraj.
El 19 de enero, Berlín acogió una conferencia internacional sobre Libia a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, con la participación de dirigentes de Alemania, Argelia, China, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, EEUU, Francia, Italia, el Reino Unido, República del Congo, Rusia y Turquía, así como altos representantes de la ONU, la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe.
En su declaración final, los participantes de la conferencia instaron a redoblar los esfuerzos para lograr un armisticio sostenible en Libia y adoptar medidas recíprocas y verificables en este sentido, incluyendo los pasos para desmantelar los grupos armados y las milicias.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
El 12 de enero pasado en el país norteafricano fue decretada una tregua por la iniciativa de Turquía y Rusia, y a finales del mismo mes se celebró una conferencia internacional sobre Libia en la capital alemana que instó a redoblar los esfuerzos para lograr un armisticio sostenible.
Sin embargo, los bandos rivales siguen violando el cese al fuego.