"Defender a 271 millones de trabajadores latinoamericanos en plena crisis significaría una inversión de 405.000 millones de dólares, lo que implica un 7,3% del Producto Bruto Interno [PBI] de cada país, en promedio", dice el estudio, realizado por el economista ecuatoriano Nicolás Oliva.
La estimación fue llevada a cabo por la Unidad de Análisis Económico de Celag en base a las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo sobre rentas laborales en el PIB para 20 países de América Latina, que incluye tanto salarios como el ingreso mixto asociado al trabajo.
Cuando se actúa de a poco la pérdida paulatina en productividad, producción, educación, en ahorros para el futuro y en condiciones sociales es "enorme", indican en el estudio.
"Cuando la economía se hunde toma muchos más años recuperarse que si se actúa de forma inmediata con los montos necesarios; todos esos costes sociales y económicos superan con creces el supuesto coste financiero del 7% del PIB que significaría sostener la situación por tres meses y evitar que la economía se hunda a niveles nunca antes imaginados; la incertidumbre del tamaño del colapso social es tan alta que el riesgo aumenta de forma exponencial cuando actuamos de forma timorata y diferida", se afirma en el documento.