"El verdadero obstáculo en la lucha palestina contra la propagación del coronavirus es la ocupación, los asentamientos, las barreras y todas las medidas que intentan frustrar nuestros esfuerzos para proteger a nuestro pueblo y detener la propagación de la epidemia", dijo Shtayyeh.
Sus declaraciones llegaron después de que se confirmara que 15 palestinos infectados por el coronavirus trabajaban en una fábrica israelí del asentamiento judío de Atarot, al norte de Jerusalén.
"En los permisos que Israel da continuamente a los trabajadores palestinos para acudir a sus puestos de trabajo vemos un intento de proteger la economía israelí a expensas de la vida de nuestros trabajadores, aunque la economía israelí no es más valiosa que la vida de nuestro hijos", agregó Shtayyeh.
Shtayyeh dijo que los palestinos se han esforzado en detener la propagación desde que esta se inició en la ciudad de Belén, y hasta ahora han logrado contenerla con un bajo número de contagios, 134 hasta el 1 de abril.
El primer ministro palestino denunció que Israel pretende "anexionarse médicamente" la Cisjordania ocupada.
"No lo vamos a aceptar. Israel debe dejarnos en paz", dijo.